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Gracias a este proyecto, los voluntarios le han puesto cara al concepto de “pobreza energética”

18/01/2017 - Fundación Endesa
El año pasado Endesa puso en marcha un programa de voluntariado energético con Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) dirigido a un número reducido de familias vulnerables de Zaragoza y Barcelona que ha supuesto todo un éxito. En él han participado más de una treintena de empleados y ya preparan una segunda edición en estas ciudades y en otras como Tenerife, Fuerteventura y Sevilla. Se trata de una colaboración que prueba que, juntos, se puede luchar contra la pobreza energética, a la vez que se mejora la sostenibilidad del planeta.

¿Cómo surgió la idea de poner en marcha este programa?
María Malaxechevarría. En Endesa contamos con un gran número de iniciativas de voluntariado de diversa índole, pero hasta ahora ninguna estaba relacionada con nuestro negocio, el suministro de energía. Como somos conscientes de que hay una necesidad real en la población en este sentido, hace un año decidimos lanzar un programa de estas características.

¿En qué consiste?
María Malaxechevarría. El objetivo es ayudar a las familias más vulnerables desde el punto de vista energético. Por este motivo, decidimos apoyarnos en Ecodes, una institución que ya contaba con un proyecto que abordaba el problema de la pobreza energética en Zaragoza. Asociarnos con ellos nos aportaría la confianza necesaria para que la iniciativa tuviera el éxito que esperábamos. Claro que eso también supuso para nosotros, al principio, una reflexión interna sobre la conveniencia de estrechar lazos con una organización muy centrada en temas de pobreza energética y con la que habíamos tenido algún desacuerdo. No obstante, también nos dimos cuenta de que dar ese paso iba a reflejar nuestro compromiso por hacer las cosas de forma distinta, incluso con organismos que no comparten nuestras ideas en determinados aspectos.

Víctor Viñuales. Para nosotros también suscitó un debate interno importante, porque en muchas ocasiones hemos discrepado de lo que hacen las compañías eléctricas en distintos campos. Sin embargo, pensamos que teníamos que ser capaces de hacer dos cosas a la vez: seguir discutiendo en lo que no estamos de acuerdo y cooperar en lo que sí. Y en este caso, y con respecto a lo que quería hacer Endesa, no teníamos ninguna discrepancia. Además, entendíamos que no tenía sentido castigar a las familias beneficiarias por existir diferencias entre nosotros, de modo que nos pusimos a trabajar conjuntamente.

¿Cómo estructuraron el programa a partir de entonces?
María Malaxechevarría. En primer lugar, se procedió a la selección de las familias vulnerables en Zaragoza y Barcelona, las dos ciudades en donde iniciamos el proyecto. En ese proceso no participó Endesa, sino que lo dejamos en manos de Ecodes.

Víctor Viñuales. Nosotros nos apoyamos en el criterio que nos aportaron los profesionales de los servicios sociales de los ayuntamientos, porque ya conocían la situación y las necesidades que tenían las familias.

María Malaxechevarría. A partir de ahí, lo dividimos en dos fases. La primera consistió en la realización de un diagnóstico energético de las viviendas y en el asesoramiento a las familias para impulsar medidas de eficiencia y optimización de su factura. La segunda permitió elaborar un plan de contingencias en el que se detectaron los potenciales puntos de riesgos y se solucionaron con el envío de instaladores certificados.

Víctor Viñuales. Como complemento, técnicos de Ecodes, en Zaragoza, y Ecoserveis, en Barcelona, impartieron formación energética a las familias, porque en muchos casos no se trata de un tema tecnológico, sino cultural y de falta de información por su parte. Por ejemplo, el 89% de los hogares donde hemos trabajado que podían acogerse al bono social no lo estaban haciendo por puro desconocimiento.

¿Qué papel desempeñaron los empleados de Endesa en este programa?
María Malaxechevarría. Lanzamos la iniciativa para los empleados de Zaragoza y Barcelona, que la acogieron de forma muy positiva. De hecho, en Barcelona tuvimos que hacer una segunda fase del proyecto, que finaliza en noviembre, debido al gran número de voluntarios que hubo. Su tarea consistía en visitar los domicilios de las familias beneficiarias, analizar su situación energética, asesorarles e implementar las medidas de ahorro adecuadas, modificando en algunos casos los contratos que tenían.

¿Qué es lo que más han valorado los voluntarios?
María Malaxechevarría. De forma práctica, todos ellos recibieron una formación sobre optimización de la factura eléctrica y eficiencia energética para que luego la pudieran aplicar en sus visitas a las familias. Es un conocimiento que les ha venido muy bien y lo han recibido satisfactoriamente. Pero lo que más han valorado ha sido la experiencia social que han vivido. El concepto de “pobreza energética” es algo abstracto, pero que, gracias a esta iniciativa, los voluntarios le han puesto cara. Han conseguido un acercamiento real a las familias, el poder ayudarlas y la satisfacción de conseguir una vivienda más eficiente y con menor consumo energético. Además, han agradecido mucho que la compañía les haya acompañado permitiendo hacer el voluntariado en sus horas de trabajo, aportando materiales, sufragando el coste de los instaladores… Eso también les ha dado orgullo de pertenencia.

Víctor Viñuales. A nosotros nos ha parecido una experiencia muy relevante para los empleados, porque han podido trabajar la empatía con las familias que han visitado, confrontándola con la realidad que viven.

¿Pueden aportar alguna cifra que resuma los beneficios que este proyecto ha proporcionado a las familias beneficiarias?
Víctor Viñuales. En total han participado 14 voluntarios de Endesa en Zaragoza, y 23 en Barcelona, que han ayudado a 15 y 30 hogares, respectivamente. Concretamente en Zaragoza, que ya se ha cerrado el proyecto, porque en Barcelona todavía nos quedan un par de semanas, los ahorros en la factura de los hogares beneficiarios sólo por la mejora del contrato al acogerse al bono social y optimizar su potencia energética han sido de media del 22%. A eso había que añadir la rebaja de la factura por los ahorros energéticos que, de media, viene siendo un 13%. En otras palabras, han ahorrado en torno al 35% en su factura. Y esto es un promedio, porque hay hogares que han llegado a reducir ese gasto hasta en un 48%. Estas cifras son muy buenas no sólo para la economía familiar, sino también para los ayuntamientos y el planeta en general.

¿Qué valoración entonces pueden hacer del proyecto?
Víctor Viñuales. Nosotros estamos realmente satisfechos con esta iniciativa porque consideramos que hemos hecho todos un trabajo muy positivo. Y cuando digo “todos” no me refiero solamente a Endesa y Ecodes, sino también a los ayuntamientos que se han implicado y a otras entidades sociales que han participado. De hecho, hemos conseguido construir un ecosistema de colaboración en el que se ha puesto de manifiesto que la suma de muchos permite transformar lo que ocurre y crear soluciones alternativas.

Además, desde nuestro punto de vista, este proyecto tiene dos enseñanzas de valor general. Una es que ha permitido conciliar por sí mismo el vector social y el ambiental, cuando en muchas ocasiones se abordan por separado y no debería ser así, porque ambos están unidas. El proyecto simboliza perfectamente nuestra visión porque, a la vez que aporta un valor para las personas concretas, es beneficioso para el planeta. La segunda es que no podemos seguir encapsulados en nuestra zona de confort, no hablando con quien discrepa y no arriesgándonos. Y es que la solución a los problemas del planeta y al cambio climático tiene que ver con que hablemos todas las partes.

María Malaetxevarría. Por nuestra parte, también estamos muy satisfechos por la aceptación que ha tenido este proyecto, sobre todo porque el comienzo no fue fácil para ninguno de los dos. Apostamos por Ecodes y tuvimos que convencer a la compañía de que ellos eran los mejores socios para trabajar sobre pobreza energética. Y eso también ha sido un éxito: demostrar que compartimos espacios comunes en donde podemos construir juntos algo bueno para todos.

Para leer la entrevista completa visita CompromisoRSE
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